miércoles, 29 de abril de 2015

Planes de autopretección de las escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid


Los planes de autoprotección de las escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid

 Se entiende por Plan de Auto protección a: “Un sistema de acciones y medidas, adoptadas por los titulares de las actividades, públicas o privadas, con sus propios medios y recursos, dentro de su ámbito de competencias, encaminadas a prevenir y controlar los riegos sobre las personas y los bienes, a dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia y a garantizar la integración de estas actuaciones en el sistema de protección civil.” conectapyme.com

      El Plan de Autoprotección es un instrumento que está previsto para un centro con el objetivo de guardar los riesgos en las personas y los bienes y dar respuesta a situaciones de emergencia. Pretende la prevención de riesgos, quiere garantizar una evacuación y una intervención inmediata en caso de que se produzca un incidente.
      Es obligatorio que este Plan de Actuación este en todas las escuelas infantiles con la normativa de que el centro tiene que disponer de una altura igual o superior a los 28 metros y con una actividad igual o superior a 2.000 personas. Siendo la actuación la que la realice un técnico especializado.

Los objetivos que persigue son los siguientes:

-       Conocer las características del centro y de su entorno.
-       Correcto estado de todos los medios que haya de protección (extintores, mangueras...)
-       Evitar las causas que puedan dar lugar a una emergencia.
-       Tener a todo el mundo informado sobre como actuar en caso de emergencia y sobre todo como prevenir. Mas vale prevenir que curar.
-       Medios humanos y materiales para prevenir incendios u otras cosas y garantizarla evacuación y su intervención.
-       Obligar a cumplir la normativa.
-       Inspecciones cada 3 meses.
-       Percatarse de como son los edificios y sus instalaciones.
-       Tener personas bien formadas que sean rápidas y eficaces a la hora de actuar.
-       Informar a todos de cómo actuar en una emergencia y además cómo prevenirla.
-       Disminuir los prejuicios tanto materiales como personales del accidente.
-       Evitar las causas de la emergencia.
-       Asegurar la fiabilidad de los medios.

Se desarrolla en el RD 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección.


Deben tener este plan aquellos centros que cumplan los requisitos de actividades de tipo sanitario, docente, residencial público, almacenamiento entre otros... Son elaborados por empresas externas con personas especializadas.
Su vigencia es indeterminada, si hay cambios o modificaciones en las instalaciones se deben revisar (al menos en un periodo no superior a tres años) y actualizar estos planes.

Un plan de Autoprotección es muy importante tenerlo encuadernado, con esquemas y gráficos. Para que todas aquellas personas que se encuentran en el centro sepan que hacer cuando se produce una emergencia y realicen ese Plan de Autoprotección de forma rápida y eficaz.

Debemos de implantar una serie de estrategias:

-       Informar a todos los trabajadores del centro.
-       Fichas de intervención.
-       Instrucciones básicas.
-       Crear un plan de formación para los trabajadores.
-       Realizar simulacros.
-       Formación de riegos laborales.

         
Las escuelas infantiles adoptan una autoprotección corporativa, donde previenen situaciones de emergencia y la intervención en caso de que haya una emergencia para minimizar las posteriores consecuencias.

     Los centros deben realizar el plan de autoprotección de forma obligatoria:
establecimientos con docentes destinados a personas físicas o psíquicas o 
a otras personas que no puedan realizar una evacuación por sus medios.

   La escuela infantil debe contar con una serie de medios de autoprotección:

-       Un botiquín con todos los productos para atender a una urgencia.
-       Indicadores luminosos por todas las aulas y pasillos para señalizar los recorridos de evacuación hasta la salida exterior.
-       Un plano indicativo de recorrido de evacuación.
-       Puertas de seguridad.
-       Enchufes de seguridad.
-       Tubos fluorescentes con fundas protectoras para evitar caída de cristales.
-       Contrato de seguro de accidentes y responsabilidad civil tanto como para los alumnos como para los profesores, trabajadores y para el edificio.
-       7 extintores de incendios de polvo.
-       Sistema automático de detección de incendios.
-       Sistema manual de alarma de incendios con un pulsador de alarma manual.
-       Un jefe de emergencia y su sustituto y un equipo de emergencia.

En caso de que se produjera un incidente hay que transmitirla de la siguiente manera:

1.     Sonará un timbre y los pasillos deben de estar sin obstaculizar para poder realizar de forma correcta el plan de evacuación (en caso de que se diera).
2.     El profesor tiene que comprobar que las ventanas y las puertas del aula no se queden abiertas ( si hay incendio) o cerradas (si hay bomba).
3.     Existe una orden de desalojo.
4.     Las salas/aulas que hayan sido desalojadas deben de marcarse con una silla o un objeto diferente a un extintor delante de la puerta.
5.     Debe de haber un empleado que ayude a aquellas personas que tengan algún impedimento físico o que dificulte la evacuación (en caso de que lo haya)
6.     Si existiera algún herido en el siniestro sería algún miembro del equipo de emergencia en que le traslade a otro lugar.
7.     Los niños que sepan andar deben de hacer una cadena dándose la mano, mientras la persona que este encargados de ellos los conduzca al punto de reunión. En cambio, los niños que no sepan andar, se encargaran de cogerlos en brazos y evacuarlos.
8.     Lo más importante: concienciar de conservar la calma en todo momento.













    













martes, 28 de abril de 2015

Fomento de participación de las familias desde el Centro de Educación Infantil II

Los expertos coinciden en que es muy importante la participación de las familias en el entorno educativo de los alumnos de Educación Infantil debido a que favorece la autoestima de los niños, aumenta la confianza de los padres hacia los profesores del centro, mejora su rendimiento escolar e incluso en el marco familiar las relaciones entre los padres y sus hijos. Los padres y la escuela deben trabajar en equipo desarrollando las habilidades y competencias, y transmitiéndole al niño valores, normas, costumbres, responsabilidades etc.

¿Cómo logramos la coordinación entre la familia y la escuela?

La clave es el esfuerzo conjunto y la participación en el proceso educativo de todos los agentes implicados en ello (familias, docentes, gestores, administración…)
Esto supone conocer la responsabilidades de cada uno de los miembros, respetarse y facilitar los puentes de colaboración para lograr conseguir una mayor participación de las familias, además de la mejora en el rendimiento del niño.

Centrándonos en las familias, podemos apuntar que deberían involucrarse más y mejor en la educación de sus hijos, ya que en algunas ocasiones, por pasividad, o por su desacierto en el modo en el que quieren participar. Por el otro, los centros deben favorecer la participación real y efectiva de las familias ofreciendo información clara y transparente, además de escuchar y tomar decisiones contando con la opinión de los padres.

¿Cómo mejorar la participación de las familias?

Como ya hemos comentado, aunque hay muchos padres que se esfuerzan por ayudar a sus hijos en el proceso de aprendizaje y se implican en el contexto académico, los expertos consideran que sería deseable una mayor participación y colaboración entre la familia y la escuela, coordinándose para educar.

Es cierto que existen canales tradicionales de participación de las familias en la escuela como el Consejo Escolar, también debemos tener en cuenta las dificultades que frenan la implicación de la familia, por ejemplo, las rutinas familiares, la motivación o los valores; las trabas para conciliar la vida profesional y las actividades escolares; el funcionamiento del centro o una actitud de los docentes que no fomente la interacción con las familias, etc.

Para solucionar los problemas en la participación de las familias, podemos contribuir a partir de lo siguiente:

·      Papel de las AMPAS: Las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos adquieren un valor relevante en los centros educativos como canalizadoras de la necesaria participación colectiva de las familias. Tradicionalmente se ha considerado a las AMPAS simplemente como organizadoras de actividades extraescolares y, muchas veces también de compensadoras de recursos e infraestructuras que las administraciones no satisfacen. Con esto quiero decir, que deberían centrarse más en colaborar en el proceso de formación de sus hijos en los centros escolares y no tanto en lo dicho anteriormente.

·      El profesorado: Algunas actitudes o experiencias negativas en el centro ha llevado a veces a los padres y madres a rehuir el contacto con el personal de la escuela y viceversa. Además, existe la tendencia a responsabilizar al otro del fracaso del alumnado (las familias a docentes y centro, y el profesorado a la familia y al propio alumno). Para mejorar estas situaciones, los expertos aconsejan que los docentes tengan en cuenta a las familias más concienciadas para desarrollar acciones que fomenten la participación. La implicación es algo que se construye colectivamente y poco a poco.

·      Los centros: Los centros no deben limitarse a proporcionar información a las familias, deben brindar nuevas y variadas oportunidades de comunicación , ampliar las estructuras de participación adaptándolas a las necesidades y problemáticas concretas, promover la formación de las familias y profesorado para favorecer el trabajo colaborativo, etc.

·      Las TIC: Es imprescindible aprovechar los nuevos canales de comunicación que nos ofrecen las nuevas tecnologías (correos electrónicos, blogs, paginas web, mensajería instantánea, redes sociales, etc.) para intercambiar información, recibir orientación, organizarse y gestionar, etc. Muchas familias son modernas, actuales, acostumbradas al entorno digital y las nuevas tecnologías, entonces ¿por qué no impulsar su participación a través de herramientas digitales?

Por ultimo, me gustaría añadir como conclusión que los padres deben empezar por reconocer y asumir el grado de responsabilidad que tienen en la educación de sus hijos. Los centros deben facilitar la participación de las familias y los docentes han de propiciar la colaboración en la medida de lo posible. El éxito escolar es de todos, y la responsabilidad de conseguirlo también es de todos.

Experiencias de Educación Libre en Educación Infantil II

Es difícil definir, en pocas líneas, lo que representa la educación libre. Además, cada proyecto, grupo de crianza o escuela de educación libre tiene unos componentes propios que lo hacen especial y diferente de los otros.
Aun así, la mayoría de proyectos se sienten identificados con palabras como respeto, cuidar, confianza, límites, disponibilidad de los adultos, no juico, consecuencias lógicas y que ayuden al niño –en vez de premios y castigos extrínsecos-, acompañamiento emocional, vivencia, amor, etc.
Todas las escuelas de educación libre acostumbran a ser espacios poco masificados, con una ratio promedio de 1 adulto por cada 6 o 7 niños y niñas. Esto no implica que un adulto/a esté siempre con un mismo grupo de niños y niñas, ni que éstos estén siempre en compañía de los mismos niños y niñas. Bien a contrario, el agrupamiento de los niños y las niñas se crea de manera espontánea en función de los propios intereses y afinidades.
Aprendizaje se considera todo lo que parte de un impulso propio, toda experiencia que está motivada intrínsecamente, sin sugerencias sutiles de los adultos/as, y que engloba toda la persona, todas sus dimensiones psicomotrices, emocionales, sociales y cognitivas. 
En consecuencia, podríamos decir que no existe ningún currículm previo, o bien, que el currículum de estas escuelas se va generando en la acción. No existen unos contenidos que es necesario dar obligatoriamente en un momento determinado del proceso educativo, ni se obliga tampoco a que una mayoría de niños/as o adultos/as imponga su decisión a las minorías o a los individuos. De hecho, todas las actividades propuestas por los adultos o por otros niños y niñas son, en principio, voluntarias, ya que no son más que propuestas de experiencias, a partir de las cuales cada niño y niña, desde la percepción de sus estados y de sus necesidades actuales, puede decidir si desea o no aceptarlas.
La familia se considera el principal elemento en la crianza y educación de los niños y las niñas. Muchos de los proyectos de educación libre son creados y coordinados desde las familias, otros son responsabilidad de grupos de educadores/as, y también hay proyectos con responsabilidades compartidas. Pero en todos los casos, la inclusión y la participación de las familias es un elemento fundamental. Podríamos decir que hay una perspectiva sistémica en estos enfoques.
El objetivo principal de un programa Montessori es ayudar a que cada niño a alcance su máximo potencial en todos los ámbitos de la vida. Las actividades promueven el desarrollo de habilidades sociales, el crecimiento emocional y la coordinación física , así como la preparación cognitiva para los futuros esfuerzos académicos intelectuales.
El método Montessori permite que el niño experimente la alegría de aprender, el tiempo para disfrutar el proceso y asegure el desarrollo de su autoestima. Proporciona las experiencias a través de las cuales los niños crean sus conocimientos y les prepara para las muchas experiencias que ofrece la vida.
Montessori descubrió que los niños pasan por fases de interés y curiosidad, que ella denominaba “periodos sensibles” del desarrollo en esta etapa temprana de su vida. La Dra. Montessori describe la mente del niño desde el momento del nacimiento hasta los seis años de edad como la “mente absorbente “. Es durante esta etapa que un niño tiene una tremenda capacidad de aprender y asimilar el mundo que le rodea , sin esfuerzo consciente. Durante este tiempo, los niños son particularmente receptivos a ciertos estímulos externos . Un “guía” Montessori reconoce y se aprovecha de estas etapas muy perceptivas a través de la introducción de los materiales y las actividades que están especialmente diseñadas para estimularle.

Yo tengo la oportunidad de trabajar en un centro donde utilizamos la metodología Montessori, y es realmente increíble ver la autonomía que adquieren los niños y como se desenvuelven al llegar a clase sin tener que darles indicaciones. Todo este proceso, lo evalúa un observador y le hace un seguimiento personalizado a través de la observación.