Experiencias
de implantación de programas de educación emocional en Educación Infantil.
Muchos colegios
"presumen" de que en sus centros se imparten programas educativos
relacionados con la educación emocional de los niños y niñas.
Hay que
destacar, que los objetivos que quiere cumplir la educación infantil hoy en
día, han variado mucho en cuanto a lo que cumplían antiguamente las llamadas
"guarderías", por lo que el papel de las emociones ha cobrado mayor demanda en la sociedad y en las escuelas infantiles.
Durante la
búsqueda de centros educativos que cuenten con programas de educación
emocional, observé que son muchos los centros que creen que llevan a cabo este
programa, pero el trabajo que llevan a cabo no deja de ser un tema transversal durante el transcurso del curso.
Finalmente encontré un artículo el cual
redactaba que La
Institución Educativa SEK, de la mano de Linda Lantieri y la Fundación Redes para la Ciencia
de Eduard Punset, han presentado su proyecto conjunto para la aplicación en los
colegios SEK de un proyecto de gestión emocional.
Linda Lantieri, experta en
aprendizaje social y emocional, advirtió ya a mediados de los ochenta que algo no estaba yendo bien en la educación y que
había que incorporar nuevas competencias para la prevención de factores de
riesgo en el aula y en las relaciones con los
demás, así como en la mejora del desempeño escolar y de las calificaciones
académicas.
Consciente de la importancia que tiene la educación social y emocional desde edades tempranas, la Institución Educativa SEK
implementará en su Educación Primaria el programa
Resolución Creativa de Conflictos, avalado científicamente por la
organización Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning (CASEL).
Así lo destacaba también Nieves Segovia, Directora General de la
Institución Educativa SEK, en el acto de presentación: “la educación emocional
se hace necesaria hoy para el desarrollo futuro y la felicidad de los más
pequeños. Y el sistema educativo actual adolece de estas materias”.
Linda Lantieri, directora del programa, trabajará con un equipo de
50 profesionales de 6 escuelas SEK distintas y diferentes niveles durante un
año. En una segunda fase, trabajará también con los orientadores de los centros
para que estos ayuden a los profesores. Y en un tercer lugar, se espera
implicar a las familias en el proceso. Lantieri se rodeará de un equipo de
investigación de la Universidad Camilo José Cela que analizará el mejor modo de
adaptar los nuevos parámetros a su sistema educativo.
Los principios educativos que llevan a cabo en su centro son los
siguientes:
·
Individualización. Porque
cada individuo es diferente, el Sistema Educativo SEK busca en todo momento
personalizar el proceso de aprendizaje, respetando el ritmo evolutivo, la capacidad
y forma de pensar y de actuar, las motivaciones e intereses y la originalidad
de cada alumno.
·
Énfasis del "aprender" sobre el "enseñar". La educación es mucho más que
aprendizaje, aunque es imprescindible que las personas aprendan para poder educarse.
Lo importante no es ya la adquisición de contenidos instructivos, sino utilizar
de manera eficiente el propio pensamiento, "aprendiendo a pensar", y
saber manejar las estrategias adecuadas para la adquisición, uso y aplicación
de la información, "aprendiendo a aprender".
·
Actividad y esfuerzo. El aprendizaje exige esfuerzo personal, no sólo en la dimensión
intelectual, sino también en la actividad física con la que el alumno ejercita
sus capacidades, las desarrolla y perfecciona.
·
Libertad. La
educación alcanza sus metas, ayudando a cada alumno a construir su proyecto
personal de vida, comprometido y responsable. Porque la libertad se aprende,
ejerciéndola.
·
Interacción y trabajo en equipo. Los agentes del aprendizaje -los profesores como
mediadores y los estudiantes como protagonistas del proceso- no pueden
permanecer aislados: se hace necesario el trabajo en equipo y una dinámica
interactiva en el aula.
·
Perfeccionamiento. Porque el
ser humano tiende hacia su propio desarrollo y perfeccionamiento, la educación
debe servir de motivación y apoyo para la superación y el despliegue armónico
de todas las capacidades del alumno, hasta su máximo nivel personal.
Desde mi punto de vista, la finalidad de la educación
es el pleno desarrollo de la personalidad integral del alumnado. En este
desarrollo pueden distinguirse como mínimo dos grandes aspectos: el desarrollo
cognitivo y el desarrollo emocional. El primero ha recibido tradicionalmente un
énfasis especial, en detrimento del segundo, que ha quedado prácticamente
olvidado de la práctica educativa. La educación emocional se propone un énfasis
especial en este aspecto con objeto de otorgarle la importancia que merece.
La educación es un proceso caracterizado por la
relación interpersonal por lo que toda relación interpersonal está impregnada
por fenómenos emocionales. En el proceso de aprendizaje individual y autónomo
también está presente la dimensión emocional. Todo esto exige que se le preste
una atención especial por las múltiples influencias que las emociones tienen en
el proceso educativo.
Hoy en día existen unos índices elevados de fracaso
escolar, dificultades de aprendizaje, estrés ante los exámenes, abandono en los
estudios universitarios y otros fenómenos relacionados con el fracaso escolar.
Estos hechos provocan estados emocionales negativos como la apatía, la
depresión, la falta de motivación, la disminución de la autoestima y, en
algunos casos, llegan a intentos de suicidio. Todo ello está relacionado con
déficits en la madurez y el equilibrio emocional.
En la segunda mitad de la década de los años noventa
ha tenido una amplia difusión la teoría de las inteligencias múltiples
(Gardner, 1995). Entre ellas
están la inteligencia interpersonal y la intrapersonal. Esta teoría supone un
reto para el futuro de la investigación, en el cual deben tener cabida aspectos
educativos hasta ahora olvidados. Entre ellos están las emociones. Como señala
Gardner, concentrarse en las capacidades lingüísticas lógicas durante la
escolaridad puede suponer una estafa para los individuos que tienen capacidad
en otras inteligencias. Por otra parte, el no tomar en consideración la
inteligencia emocional en el sistema educativo puede suponer una atrofia de
considerables consecuencias para el desarrollo personal y social.
Creo que con la
educación emocional se genera una atención por las competencias emocionales y
sociales, y con ello educamos y preparamos al niño para emociones y sensaciones
que va a sentir durante el desarrollo y transcurso de toda su vida.
Entre las consecuencias
educativas de aplicar la competencia emocional en el aula, podemos destacar
algunas:
-
Mejora del clima y de
las relaciones inter/intrapersonales.
-
Aumento de la
motivación del alumno.
-
Fortalecimiento de la
confianza.
-
Impulso del
aprendizaje colaborativo y de la participación.
-
Mejora del
conocimiento del profesorado del alumnado que tiene en el aula.
-
Desarrollo de nuevos
materiales e instrumentos de evaluación.
-
Formación del
profesorado en cuestiones emocionales.
-
Fortalecimiento de las
acciones compartidas y globales entre departamentos.
-
Aumento de la
autoestima y autoconcepto del docente.
-
Adquisición de
estrategias y técnicas para la gestión del conflicto.
-
Integración más
ajustada y adecuada de realidades culturales diversas.
- Aumento de la
conciencia sobre el hecho de que todos los docentes son orientadores, y que por
tanto tienen su responsabilidad en ser tutores de los alumnos.
-
Desarrollo de la
responsabilidad social en los alumnos.
-
Cambios metodológicos
importantes.
-
Disminución de los
índices de violencia y agresiones.
-
Menor número de
expulsiones del aula.
-
Mejora de la
adaptación escolar, entre otros.
Algunos problemas
habituales que pueden aparecer en la Educación Emocional son:
1.
Falta
de tiempo por parte de los maestros: Creemos fundamental considerar
cualquier aprendizaje de tipo emocional como muy importante para el desarrollo
personal de nuestros alumnos. Por tanto, deberemos buscar los espacios y
estrategias adecuadas a nuestro grupo.
2.
No
ser constantes en su aplicación: Un buen funcionamiento de cualquier técnica
requiere perseverancia. Las emociones deben trabajarse día a día y en función
de las actividades y circunstancias cotidianas.
3.
Dificultades
para que los niños participen: Debemos predicar con el ejemplo y si queremos
que nuestros alumnos hablen de emociones pongámonos primero nosotros como
ejemplo para incentivar su participación. Tengamos muy en cuenta la edad del
grupo y busquemos la forma adecuada para motivarlos.
4.
Cansancio
o sensación de estar perdiendo el tiempo: Los efectos no siempre son inmediatos
y pueden desanimarnos si no llegan rápido. No obstante una vez llegan suelen
hacerlo para quedarse.
Gracias a la evolución que ha sufrido la Educación Infantil, contamos con múltiples recursos para poder trabajar las emociones con los niños en las aulas, como bien pueden ser las marionetas o los cuentos, por lo que considero que el educador tiene una labor fundamental en este ámbito, ya que es él quien pasa día a día con los niños y será él quien deba enseñar a los niños cómo aprender a identificar y gestionar sus propias emociones.
Gracias a la evolución que ha sufrido la Educación Infantil, contamos con múltiples recursos para poder trabajar las emociones con los niños en las aulas, como bien pueden ser las marionetas o los cuentos, por lo que considero que el educador tiene una labor fundamental en este ámbito, ya que es él quien pasa día a día con los niños y será él quien deba enseñar a los niños cómo aprender a identificar y gestionar sus propias emociones.
Por lo
que, desarrollar la inteligencia emocional nos hará mejores personas, y
nos ayudará a que los demás lo sean. Tener un buen desarrollo emocional disminuirá
el desgaste psicológico que implica todo este tipo de problemas diarios y
facilitará nuestra tarea en el aula e, incluso, hará que volvamos a disfrutar
de una tarea tan fascinante como es enseñar a los demás los que a su vez ya no
se verán desprovistos de recursos gracias a esta valiosísima herramienta que es
la Educación Emocional.